EL ISLAM Y YO (COMO ME COVERTI AL ISLAM)

Una tarde pasé a un Cyber-café, como de costumbre, para revisar mí correo y de paso distraerme un poco. De pronto cruza por mi cabeza una idea que me pareció muy buena, buscar en el cyber-espacio los escudos de armas de mi familia, la cual tiene origen español. Mientras revisaba pagina tras pagina, llegue a una pagina de heráldica, la que decía en letras rojas grandes: “Los Caballeros Templarios, no reunimos en Latinoamérica, para enfrentar la invasión silenciosa de los Invasores Musulmanes” (Astagfirullah).

Quedé asombrado y muy interesado, porque desde niño que me gustaban las historias de caballería medievales. Sin perder tiempo traté de contactarme con ellos, pero me costó bastante conseguir el número de teléfono de uno de los miembros. Sin embargo, por alguna rozón siempre postergué ese llamado, siempre me decía lo voy a llamar mañana o el fin de semana y así pasaron los meses, y nunca lo llamé.

Un día me integré a una página de contactos internacionales, para conocer amigos en todo el mundo, y de pronto se me ocurre poner en la barra de búsqueda la palabra musulmán, y aparece el perfil de una hermana, así que comencé a escribirle para que me hablara sobre el Islam, y de esa forma poder buscar fallas en él y atacarlo. Nos hicimos amigos y comenzamos a enfrentarnos religiosamente, con respeto y amabilidad, aunque cada uno defendía su posición con pasión y convicción (Quería aprender sobre el Islam, para atacarlo Astagfirullah). Así que comencé a estudiar la Biblia y el Generoso Corán, para formularle preguntas que pudieran incomodarla y que dudara del Islam, pero pasó todo lo contrario, sus argumentos eran tan sólidos y lógicos, que en dos semanas, me había convencido y pasé tres meses cuestionando mis creencias, y leyendo cada vez más sobre el Islam. Fue difícil para mí renunciar a la creencia de que Jesús (Alehi Salam), era el hijo de Dios y enfrentar su figura con la de Profeta Muhammad (SAW). Sin embargo, mientras más leía sobre Rasulullah (SAW), más conformidad sentía mi corazón, porque me di cuanta que el Islam hace algo maravilloso, “Descuelga a Jesús (Alehi Salam) de la cruz”, lo que me hizo muy feliz, desde niño me daba mucha tristeza, saber que fue crucificado y golpeado injustamente.

Ahora soy el hombre más feliz de la tierra, porque el Islam está en mi corazón y no tengo ninguna duda ni contradicción, porque tengo la certeza que sigo el camino correcto, y que lo mejores frutos se consiguen con esfuerzo, siguiendo al Noble Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad, Sallallahu aleihi wa salam.
Desde que me convertí al Islam, veo el mundo de otra manera. Allah subhana wa ta´ala es lo más importante y lo primero en mi vida. Alhamdulillah.

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